La pared que habla.

Cada noche antes de dormir la observo detenidamente, 
cuando despierto también; ella habla y me susurra. 
Susurra mis sueños, mis gustos, lo que amo y lo que deseo. 
Cualquier otra persona la puede mirar y pensar que es una simple pared
pero para mí es un mundo alterno a mi realidad exacta. 


Muchas personas recomiendan hacer esto con la pared de tu recamara, 
ya sabes, poner cosas que te recuerden tus sueños, te inspiren, motiven tu creatividad, 
fomenten las ganas de despertar cada día y por la cual duermas soñando con eso. 

Yo le llamo la pared que habla, ya que no necesita voz y palabras para expresar algo, 
habla a su modo, a su tiempo y en su espacio. 

Mi pared habla de mis próximos viajes, de retratos, de mi motivación para escribir mejor, 
de casas, cuartos, naturaleza, perros, gatos, noches, lunas, soles, destinos, libros, comida, 
mis sobrinos, películas que inspiran y una que otra imagen que me agrado en cuanto la vi. 

Mi pared se encuentra llena de fotografías, pero hace poco encontré imágenes de otras formas distintas, que motivarán a seguir logrando que una simple pared sea algo más, algo para inspirarse, para vivir  y no sobrevivir. 

Te las comparto:













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