Háblame sobre el miedo.
























Cada decisión que tomemos será de vida o muerte. Pero si vamos a sobrevivir a esto,
debes darte cuenta que el miedo no es real. Es un producto de los pensamientos que creas. No me malentiendas, el peligro es real, pero el miedo es una elección.

“After Earth, 2013”


¿Sabes qué es lo peor de dormir?  No poder hacerlo.  Desconozco la razón, pero creo que a más de uno nos ha pasado; dar vueltas en la cama durante horas pensando y repasando sobre lo que pasará mañana.  Me ha pasado, esas especulaciones especiales que visitan mi linda y cómoda noche entre semana en forma de dudas, decisiones, inspiraciones y ganas de levantarme a tomar agua. 

En ese tiempo indago en mi (precioso y retorcido) cerebro para conocer la razón de mi vigilia. Dicen que el primer paso es aceptar que tienes un problema así que aquí va: HOLA MI NOMBRE ES MARCELA Y SOY MIEDOSA.  El miedo es el culpable de mi desvelos, es el que me abraza y me asfixia durante la penumbra.

Esos son los momentos donde en mi cabeza estallan cientos de panoramas distintos de lo que pasará mañana (es decir el futuro), me quedo muda al no saber si lo que haré es correcto o lo que estoy intentando es incorrecto. Observo los sentimientos que me invaden, los analizo, platico con ellos, los descubro y de pronto digo -¡Al diablo!- (con otras palabras) -son cosas que ni siquiera están sucediendo-; mi ser tan obsesivo para que todo salga como en mi mente dicta y manda hace que durante las noche imagine historias de terror.

No pude tomar mejor cita para empezar lo que hoy escribo que la siguiente:
“Cada decisión que tomemos será de vida o muerte. Pero si vamos a sobrevivir a esto, debes darte cuenta que el miedo no es real. Es un producto de los pensamientos que creas. No me malentiendas, el peligro es real, pero el miedo es una elección”  (After Earth, 2013)

Puedo elegir que el miedo se expanda en mí o decidir que termine, saber que nada de lo que mi mente crea existe y que me preocupo por algo que jamás existirá como yo lo he formado.  No debo de temer lo que sucederá mañana porque ese mañana nunca sucederá, acontecerá algo distinto a lo que temo, tal vez me irá mejor o tal vez peor, pero en fin, creo que siempre existirá otros días para poderlo enmendar.  Lo que queda por repetirme en mis noches de vela una y otra vez hasta que lo crea y así mismo se forje son las siguientes palabras: “Todo estará bien, tu confía”.

Marce Cinta
Twitter:@marcelacinta

www.Facebook.com/MarceCinta

Comentarios