“Toxicolandia” Parte 1
Había una vez una
comunidad de personas que vivían muy feliz, todos convivían en perfecta armonía
y paz, cada persona celebraba el triunfo del vecino y lo alentaba a seguir
adelante. Los habitantes sonreían todos los días naturalmente y luchaban por
tener éxito y salir adelante, ¿había problemas? Claro que había problemas, pero
no se percataban de ello, ya que salían adelante tomando responsabilidad de sus actos.
Un día llego un forastero ermitaño que vagaba por el mundo,
encontró la comunidad y decidió pedir un poco de alimento y agua, se acercó al
primer hogar que vio y decidido pidió ayuda a la mujer de la casa. –Un poco de
agua y alimento que le regale a este pobre hombre cansado y desdichado- la
mujer lo observo un poco extrañada, jamás había escuchado antes hablar a
alguien de esa manera -si tiene hambre y sed con gusto lo alimentare y calmare
su sed, y para el cansancio con respeto le ofrezco una habitación vacía con una
cama, mi marido le dará trabajo en su tienda para que deje de ser desdichado-
el hombre acepto con una sonrisa y con la cabeza baja.
Al pasar los días el hombre ya tenía un hogar, un trabajo,
ya no pasaba hambre ni sed, tenía ropa nueva y un techo donde descansar cada
día, sin embargo llegada la tarde
después de laborar en la tienda del hombre de la casa, llegaba con un nueva
queja y sufrimiento. Decía algo así: Es demasiado trabajo en la tienda, mis
pobres brazos no pueden más, el sol es cada vez más intenso, mi pobre piel
arde; y demás cosas.
La familia no sabían
cómo reaccionar ante tal situación ya que nunca se había presentado, solamente
lo apoyaban dando el trabajo más fácil de la tienda, lo mandaron de vacaciones
para que se relajará, ¡hasta un sombrero le regalaron!.
Al paso del tiempo la mujer de la casa se quejaba que su
marido trabajaba mucho, el niño lloraba porque no lo dejaban jugar más tiempo;
tiempo después la vecina de la mujer también se quejaba de su marido, el marido
siempre se encontraba enfermo, y sucesivamente los hermanos del marido y sus
esposas y los hijos y los amigos de los hijos y las madres de los amigos de los
hijos y las primas de las madres y de pronto toda la comunidad feliz se encontraba
infeliz, desdichada, enferma y muy toxica.
¿Crees que el tiempo pasa y las personas cambian? O ¿Crees
que el ermitaño hizo el efecto de bola de nieve?, si la segunda pregunta te
pone a pensar estas en lo correcto.
A este tipo de personas yo las llamo (y muchas personas y
expertos) “TOXICAS”, aquellas que como las sustancias peligrosas son nocivas
para la salud, mental, física y demás. Estas personas como lo dicen su nombre, intoxican
tu vida, tus relaciones y tu energía.
Existen diversos tipos de personas toxicas: las pasivas, los
meteculpas, los envidiosos, el descalificador, el agresivo verbal, el chismoso,
el quejoso y el psicópata.
Puedes identificar a las personas toxicas muy fácil, o
enterarte si tú eres de esas personas “TOXICAS”.
En el próximo artículo te ayudaré como identificar a las personas toxicas,
calificar y como ¡huir de ellas!.
Marcela Cinta
Twitter: @marcelacinta
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