México: un pueblo sin piernas pero que camina.



El nuevo Presidente de México toma protesta en medio de una ola de violencia y protestas- se escuchaba en un noticiero español, continuaba el reportero – los retos que le esperan a Peña Nieto en medio de una fuerte violencia en el país y pobreza que ha dejado su antecesor, son grandes. 

¿Qué?  Fue mi exclamación ante lo que escuchaba, muy dentro de mí sabía que era cierto, pero otra parte lo rechazaba, ¿Cómo nos ve el mundo con esas noticias?  Paso por mi mente por unos segundos; después de ellos apague el televisor y me dispuse a salir a correr.  Una persona “apática” lo olvidaría,- ¿para qué la preocupación? - sería la expresión – mientras yo este bien-.

El país, en los últimos tiempos ha caminado apático, triste y desorientado. Los bombardeos de publicidad barata de política, economía y de cultura, han perturbado y desanimado a la nación. México un país paralizado por sectas armadas e ilusionado por sectas de colores políticos.

La cultura del “como buen mexicano” se encuentra en lo más profundo de nuestras mentes; los ciudadanos viven obsesionados con el fracaso. Entre un cambio de gabinete, cámara y una reforma laboral, los mexicanos ya no saben en que centrar su atención: a la información y progreso o al conformismo y la flojera mental. Donde ahora los programas matutinos, vespertinos y nocturnos se encuentra conformado de entretenimiento absurdo y vergonzoso, pero es la salida mental de un mexicano con un salario bajo y una preocupación por un futuro para sus hijos.

Mientras las grandes familias y los políticos de nombre “buscan mejorar el país”, mientras la mayoría esperamos entre su locura y la ambición, las acciones y resultados. “Los buenos ciudadanos no nacen, se hacen” diría Spinoza, y es triste ver que México esta cansado de caminar, tiene hambre de justicia por sus muertos, por seguridad, por un salario digno y comida para la familia,  esta cansado de ser el conejillo de indias de los gobernantes que han decidido usarnos para saltar de un puesto a otro en la carrera política. México se encuentra cansado es por ello que ya no lucha.

A México le hace falta ciudadanos que se quejen y propongan, no solo insulten o agredan, a México le hace falta hijos que lo ame y construyan un imperio prospero sobre él, a México le hace falta héroes por convicción y no por decisión de otros o dedazos. Los pesimistas son cada vez más, aquellos que van por la calle engendrando desaliento entre los que sueñan con un México grande, y al final cumplen su misión hacer que todos regresen a ser los homo videns que menciona Sartori, y que las grandes cadenas televisivas desean que seamos y aquellos que se llevan el sudor y el trabajo del pueblo en dólares, rezan para que nos convirtamos en ello; un pueblo esclavo de la televisión, es un pueblo sin voz, sin conocimiento y sin voluntad.

México se ha convertido en un pueblo sin piernas, pesimista, con mentalidad fracasada y con deseos de luchar pero sin ganas de levantarse.

Creo que es el momento de gritar ¡México, levántate!; regresa a ser el coloso que eras, haz honor a lo que representa esta tierra:  las industrias en el norte, el mar caribe en Cozumel, las puestas del sol en Acapulco, el Cerro de la Silla, el tequila de Jalisco, los versos de Octavio Paz, la historia de Querétaro, la cosmogonía maya, el queso oaxaqueño y sus artesanías, la arquitectura y paisajes de San Miguel, las mariposas monarcas de Michoacán, la magia de Catemaco, la María Bonita y el Flaco de Oro, el estilo de Alondra de la Parra, los murales de Rivera y el coraje de Frida, la Guadalupana y sus peregrinos, tu madre y mi madre, tus hijos y los míos que vendrán.  Haz honor a todas esas generaciones que derramaron su sangre por tu libertad que ahora es esclava de la apatía y la desidia.

Observa con optimismo el nuevo México, recupera tus piernas y camina. Involúcrate, infórmate y pregunta, un pueblo informado, es un pueblo libre.

Marcela Cinta
Twitter: @marcelacinta

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