Sólo viajar... :)

I got my ticket for the long way round

Two bottles of whiskey for the way

And I sure would like some sweet company

And I'm leaving tomorrow, what do you say

Anna Kendrick - Cups

 

Me encanta viajar, en verdad es algo que disfruto mucho, el llegar a otra ciudad, a otro clima, otras partes, otras calles, otro ambiente es magnifico. 

Estoy segura que para abrir la mente no hay nada mejor que viajar, que salir de nuestra rutina mental, visual, auditiva y gustativa, conocer personas, hablar con extraños y disfrutar un poco de algo distinto.

Me encanta viajar, pero odio algunas cosas del proceso. No me gusta hacer maleta y lo sé es lo más indispensable, pero sacar la ropa, doblarla, acomodarla y descartar algunas prendas me desespera un poco (y que decir el desempacar). No me gusta cargar la maleta jaja, aunque sea de rueditas, no me gusta, recuerdo cuando fui a Paris paseaba con la maldita maleta de rueditas por el metro, cargándola por todas las escaleras y haciendo el ruidito (tac tac tac tac tac tac tac), nunca me había cansado tanto en mi vida. No me agrada que revisen mi maleta, el hecho que abran la maleta y revisen todo hace que lo que estaba detalladamente acomodado y se desacomoda y que digan -ah, ya lo desacomode- y todas las personas viendo tus ropa, calcetas, calzones, no es de mis cosas favoritas.

Cuando viajo extraño tanto mi cama y mi cuarto. Una vez desperté en el DF y me asusté porque dije ¿dónde estoy? ¿Y mi casa?, después recuperé la memoria, observé el cuarto del hotel y me tranquilice.

Normalmente cuando voy en una avión lleno, siempre me gusta platicar con la persona que tengo a un lado, me gusta conocerlo. 

Recuerdo que una vez en el vuelo de Guadalajara a Monterrey conocí a un amable señor, un ingeniero que tenía una hija y un hijo más o menos de mi edad, y me explicaba como extrañaba a su familia mientras trabajaba en GDL, y como una vez su esposa tomó el primer vuelo para irlo a ver ya que sus amigas decían que si estaba lejos podía tener otra, entonces ella para cuidar lo suyo llegó de sorpresa, y que mejor sorpresa que encontrar que el único problema con él es que aún no aprendía cocinar bien.

Normalmente viajo sola, me agrada hacerlo, llevo un buen libro, buena música y paso mi tiempos libres en el aeropuerto leyendo y disfrutando de un buen café y mi música.

Lo mejor cuando viajas son esos recuerdos que no guardas en la cámara, que no guardas en ninguna parte más que en tu mente y corazón. De esos tengo muchos y de esos habrán más.

Viajar nos hace felices, esa sensación de querer conocer, disfrutar te hace sentir el aquí y el ahora. ¡Así que seamos felices!

Dicen que los maestros de la vida es el señor libro y el señor calle, así que viajar es experimentar muchos mundos, muchas vistas, muchos paisajes, muchos sabores, muchos caminos, muchas vidas y que todas se pueden vivir. El que no viaja es como tener un gran libro, sin abrir.