Aventuras, Aventuritas, ¡Aventurotas!

 La aventura extraordinaria de mi vida es despertar cada mañana pensando que es un nuevo y diferente día.
 Marce Cinta
Una dama muy distinguida como lo fue Eleonor Roosevelt acertó al decir que “El propósito de la vida es vivirla, disfrutar de la experiencia al extremo, extender la mano con impaciencia y sin miedo a vivir experiencias más nuevas y más enriquecedoras”.
Pasamos nuestra vida en un sofá esperando ver las aventuras de las personas que salen en TV, en las series,  en las películas y hasta novelas (y no esta mal antes de malinterpretarme, de hecho soy fanática de las películas y buenas series, no puedo decir lo mismo de las novelas), siempre es bueno ver y lo mejor es cuando estas nos motivan a saltar del sillón y buscar nuestra propia aventura y experiencia.

Hasta los 17 años nunca había viajado sola, por cosas del destino me animé a tomar un bus y pasar una navidad lejos de mi ciudad. Al principio (como todo cambio) me encontraba muy nerviosa ¿viajar sola?, emociones encontradas, miedo, adrenalina, y todo lo que pasa cuando vas a realizar algo que nunca has hecho y sobre todo cuando cambias en tu vida.

Antes solía pensar que las aventuras se encuentran lejos de una mortal como yo. Aprendí a cambiar el concepto de aventura es ahí cuando cambio mi percepción a estas. La aventura de cada día no es aquella donde trata de heroísmo y drama, ni de matar dragones o ser rescatada por príncipes en medio de una persecución en un país exótico.  Se trata del simple y delicioso arte de disfrutar la vida, de arriesgarte a vivirla sin miedo y temor al cambio.

Una vez probé la rutina, aquella que nos atrapa y nos seduce con el beneficio de la comodidad disfrazada de tranquilidad; fue agradable al inicio y después se convirtió en un tormento. La rutina sin duda es mortal.

Todos los días podemos tener una pequeña aventura: desde parar a comprar un frappé cuando nunca lo haces, salir a la calle cuando llueve, no ver TV esta noche y salir a caminar, en fin muchas más. También creo que debemos planear una gran aventura al menos una vez al año, algún viaje, escalar, acampar, salir de lo habitual.

Por el momento yo soy de la idea de la dama distinguida Roosevelt, tenemos que vivir nuevas experiencias con el propósito de que la vida es para vivirla. Así que un día desperté y decidí planear mi próxima aventura: ¡EUROPA NOS VEMOS TODO EL MES DE SEPTIEMBRE.!

Marce Cinta
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