Expectativas Contra Realidad


Recuerdo perfectamente la siguiente escena:  
El chico llega a una fiesta de la mujer que ama; colocan en la pantalla dos cuadros con dos escenas distintas “expectativas” en el primer cuadro y “realidad” en el segundo.  Las imágenes de las expectativas son lo que el chico desea que pase, es decir: la chica muy amorosa, cercana a él y al final de la velada ella vuelve a sus brazos. Las imágenes de la realidad son muy distintas, ella muy apenas lo toca, lo ignora y al final de la velada ella muestra el anillo de compromiso que su actual novio le entregó en propuestas de matrimonio. En esta última escena el chico se retira muy molesto, por lo que sucedió, por el compromiso. 
Cuando vi la película por primera vez, que por supuesto recomiendo siempre “500 days of summer”, pensé en el momento que observé la escena –¡Qué maldita!-, pero de nuevo la observé y pensé que realmente ella no realizó alguna acción para que el chico reaccionara de esa manera.  Vaya, al punto que quiero llegar es,  nos afecta más lo que pensamos y lo que nuestras expectativas desarrollan que la realidad. 
Expectativa es aquella suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista. Es una esperanza de realizar o conseguir algo. Cuando no resulta una situación o algo como nuestras expectativas la desean, tiende a ocasionar una gran decepción; es en este momento donde nuestras actitudes para con las demás personas que nos rodean, cambian. 
Debemos de estar conscientes de que las expectativas son solo eso, deseos a futuro. La mayoría de las personas que conozco, me incluyo, en algún momento de la vida hemos sufrido gracias a nuestras expectativas. En una relación amorosa, de trabajo, en la escuela hasta con la familia. Nos enfocamos tanto en que como puede ser, en vez de como es. Por ponerte un ejemplo te puedo mencionar: en el cumpleaños de una chica, ella tiene la expectativa de que su novio le lleve serenata, lo siente y lo sueña, llega el día y el novio solo llega con rosas. En ese momento ella sufrirá, se molestará y hasta puede insultar a su novio por el hecho de que el mariachi (que el novio no estaba enterado que deseaba) no llegó.  
Analicemos la escena, realmente la chica se molesto por algo que soñó que podría pasar y no paso, pero no por la realidad. Las personas tendemos a formar ideas que no existen realmente, formamos situaciones que nunca han pasado y después nos molestamos cuando sabíamos la realidad, pero aun así no sucedió como el cerebro lo soñó. 
Nuestras expectativas se basan en palabras como: “yo pensé”; “yo esperaba”; “yo creí”, y al final del día el 70% de nuestros enojos, son porque esperábamos que hicieran algo y no lo hicieron, anhelaban que un lugar fuera de tal forma y no fue así, una situación se formara de otra manera y no sucedió. 
La próxima vez que te molestes con una persona, lugar o situación, analiza primero la razón, si fue por algo que pensabas que pasaría, lo cual no mencionaste que deseabas que pasara y no paso ó si fue algo real, algo que sucedió sin mezclar expectativas.  Las personas sufren más por lo que imaginan, que por la realidad. 

Marcela Cinta
Twitter: @marcelacinta

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