Libre albedrío
Últimamente cada mañana despierto (aunque
un poco tarde), miles de elecciones en
mi cabeza, las más importantes: ser útil para mi, ser útil para alguien más. Me
meto a bañar con la música a todo volumen, elijo que canción hará mover mis
pies alegremente. Esas son pequeñas elecciones motivan mi día. Que aunque es
una pequeña y una mínima elección, el algo que aporta a la salud del mundo,
porque aporta a mi salud mental.
Todos los actos humanos están motivados a
su nivel más profundo por dos emociones: el temor o el amor.
Las inseguridades son derivadas del temor,
el temor de aceptar quienes somos. La aceptación es derivado del amor, del amor
propio.
Cualquier pensamiento palabra o acto se
basa en una emoción.
Cada mañana al despertar, cada minuto que
pasa, cada respiración, los movimientos de nuestros pies yo elijo con que
sentimiento voy a engendrarlos.
Es gracioso pero casi nadie sabe, pero
nacimos con un don muy especial, tú, yo, él o ella lo tiene, y es el libre
albedrío. Esa maravillosa elección de crear nuestro destino, si bien creo en las diosidencias, pero creo
que cada uno estamos hechos para formar nuestro paso, nuestro propio camino,
nuestro futuro. Digo que es gracioso
porque la mayoría de las personas eligen la vida que otros les impusieron por
temor a elegir sabiamente, muchas personas eligen una vida de miseria interior
por temor al cambio.
Cada elección que tomamos, cada sentimiento
que generamos dan paso a infinidad de elecciones. Cada mañana trae consigo una
infinita gama de elecciones, ¿continuar o no?, ¿amar u odiar?, ¿levantarse o
dormir?, ¿ser feliz al menos por obligación o no?, ¿me pongo la blusa negra o
la blanca?. Hace muchos años elegí luchar por una vida distinta, rechace una
vida a la que estaba condenada a vivir, rechace el temor, elegí levantarme y
luchar, elegí crear mis momentos, mis victorias, mis guerras, mis fracasos,
elegí que la vida merece vivirse con amor, con constancia, con
sacrificios.
Tal vez el mundo no estaría tan enfermo si
las personas eligieran amar en vez de temer. El temor engendra odio, engendra
rechazo, engendra lagrimas, tristeza, una vida vacía, una vida sin sentido. El
amor engendra una vida con sentido, engendra amistad, engendra sonrisas,
engendra luz.
Hoy tu eliges, hoy yo elijo, es el libre
albedrío
¿Cómo eliges vivir?

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