La persona que te detiene.

 "En este mundo sólo existen dos tipos de personas, aquellas que se sientan debajo del árbol de la vida a esperar que el fruto les caiga en las manos; y aquellos que de una vez por todas nos levantamos a tomar el fruto que queremos y deseamos."Johnny Suárez

Hasta el momento, no conozco a una persona que no tenga alguna meta, sueño o aspiración que por “pequeña” que sea, (cabe señalar que jamás será pequeño), desea lograr. Desde despertar más temprano, adelgazar unos cuantos kilos, pintar un cuadro, subir de puesto, terminar la escuela, tener una familia, puede implicar grandes retos. Esa aspiración o sueño, que simplemente entra a tu cabeza y no te deja descansar hasta saber que lo vas a lograr.

La cruda verdad es que muchos de nosotros vamos a quedarnos sentados en la banca a lo largo de nuestra vida, esperando que las oportunidades lleguen con el viento. Es muy fácil hacerlo, quedarse sentado observando, tal vez juzgando, mientras todo pasa frente a nuestros ojos. Tomar riesgos y aceptar los cambios que implican, son decisiones difíciles, tal vez muy incomodas, pero ¡oye! ¡el que no arriesga no vive!

La persona que te detiene a cumplir tus aspiraciones, lo sabes, eres tu mismo. En la vida vamos a inventar más de diez mil excusas. Siempre una tras otra. El primer paso es detectar esa excusa, es decir, en cuando quieras hacer algo y otro pensamiento llega y desea reprimirlo, identificarlo y tirarlo a la basura. 

Ahora sólo tienes una misión, dejar de esperar las oportunidades y salir a buscarlas, arriesgarte, luchar por ello, conseguir de todas las maneras posibles llegar hasta donde quieres. Definitivamente todos tenemos una visión de lo se refiere una vida de éxito, pero las malditas excusas siempre lo arruinan.

Todas las personas hemos logrado éxitos, pero tememos llegar más lejos, así que decide hoy, decide por ti, deja de ser tu propio enemigo, mírate al espejo y rechaza cualquier inicio de autodestrucción. Es el primer paso.

Recuerda siempre preguntarte, si lo que estás haciendo hoy te lleva a donde quieres estar mañana. 

Tal vez en algunos años estés haciendo algo muy distinto, en otra parte del mundo con una sonrisa en el rostro.