Sobre Ender y el enemigo.



 No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo.Tu odio nunca será mejor que tu paz.Jorge Luis Borges

Cuando conozco a mi enemigo lo suficientemente bien como para derrotarle, le quiero. Y entonces, cuando le quiero, le destruyo.El Juego del Ender, 1985


Como es de costumbre, cada semana voy al cine. Es algo que amo y me encanta. El domingo fue el turno de ver “El Juego de Ender”, película basada en la novela de Orson Scott Card.
En pocas palabras, (no se a ustedes ), pero a mi me encantó, estuvo llena de acción y una trama distinta e interesante.
Ender un niño superdotado y educado en la Escuela de Batallas y capacitado para ser un gran líder. El tenía un don, además del ya notable de la guerra, de la empatía. Era empático con el enemigo, conocía su punto débil y lo destrozaba. Pero algo que Ender menciona, es que el instante en que conoce al enemigo, lo empieza amar y después de eliminar a su enemigo, la culpa de dañar a alguien, que empezó a amar, era inmensa. 

Ahora en este momento es de noche, y después de observar muchas cosas de las personas, y en un mundo tan competitivo e individualista. Muchas de ellas caen en la envidia, en el odio, en querer ganar o competir con otra persona, que lo vuelve su enemigo psicológico, al grado de desear y hacer lo que su enemigo hace, al grado de ofender, manipular o simplemente ponerse encima de su “enemigo”, para destrozarlo, por así decirlo. 

Todos en la vida hemos tenido un Némesis, (así les llama mi amigo Emanuel), alguien con quien competimos y con quien demostramos ese poder que deseamos tener.  Pero ahora me pongo a pensar, y si ¿tan sólo conoces más a tu enemigo?, si creas esa empatía, y de pronto antes de querer eliminar a tu enemigo lo empiezas a entender y de pronto amar, al grado que el odio o la envidia, o los demás sentimientos negativos, desaparezcan. Tu enemigo se desvanecería, y sólo quedaría un buen amigo. 
No puedo decir el final de la película, obviamente, es de mal gusto, sólo la recomiendo. Cada cerebro es un mundo, y todos aprenderán algo distinto. Yo aprendí esto.

Tal vez podemos cambiar a nuestros "enemigos psicológicos" y remediar con acciones distintas y buenas para con ellos. Tal vez, así nuestra vida cambie, tal vez su crecimiento sea el tuyo. Dejar a un lado el individualismo, la competencia el ego y entender al “enemigo" y empezar amarlo, sea la respuesta a tantas preguntas, sea el fin de tanto estrés, y sea el inicio de algo totalmente distinto.
Citando al gran Borges, "No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz."



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