¿Por qué hacemos yoga?




“Uno de los principios de la meditación y del camino espiritual es que si tú estás en contacto con lo que eres de verdad, estás en paz”.
Juan Manzanera

Hace unos meses entré a clases de yoga. Ahora lo hago en mi casa, en el tiempo que tengo libre.  Para mí, es una practica que me relaja demasiado, a diferencia de lo que muchos piensan, es más allá de un ejercicio de fuerza corporal y equilibrio.
La palabra ”yoga” viene del sánscrito “yug” que significa “unir”; literalmente significa “unión con la divinidad”. Unir la mente y el cuerpo, entre el individuo y Dios, entre sus pensamientos y la fuente de estos.
Los primeros maestros de este arte, no desarrollaron como tal el yoga. Eran ejercicios de estiramientos previos para antes de meditar por horas. Digamos que era la prevención de dolores de espalda, cadera y demás partes del cuerpo. Entonces, se puede decir que el yoga es solo el primer paso de una larga meditación, hacia el equilibrio fundamental entre el cuerpo y la mente en su estado superior.
El objetivo del yoga es, desentrañar los fallos inherentes de la condición humana. Los yogis afirman que la infelicidad humana, es la carencia de una identidad propia. Afirman también que sufrimos, ya que creemos que somos un solo individuo contra el mundo y nuestros problemas; sufrimos más al vernos encerrados en nuestro propio ego.  Todo esto sucede, debido a la ignorancia de saber que dentro de nosotros existe un Ser Supremo.  El yoga se encarga de experimentar ese vínculo de nuestro cuerpo y mente superficial a ese Ser Supremo, conectarlo y conservarlo.
El equilibrio que recibimos ante el yoga, la meditación es un gran beneficio espiritual y  físico.
La primera vez que hice yoga, termine toda adolorida, pero no fue por esa razón que decidí regresar, lo fue porque al terminar la clase en el tiempo de meditación, sentí algo fuerte en mi interior y al regresar a mi casa dormí como verdadero bebe.  Leí que la diferencia entre la meditación y la oración, a pesar de que las dos son para encontrar a Dios, es que la oración es el arte de hablar con Dios, mientras que la meditación es el de escuchar a Dios.
La meditación es lo que logra calmar nuestros pensamientos, dominar nuestra mente y lograr una dirección de lo que deseamos, con mayor agilidad.
Recomiendo totalmente practicar el yoga, es bueno iniciar con algún maestro preparado, esto a fin de que nuestros puntos más importantes se pongan en equilibrio con el aquí y el ahora.  Existen muchos tipos de yoga, desde algo más relajado hasta los que requieren mayor fuerza y concentración, pero siempre puedes elegir uno para ti.
¿Por qué hacemos yoga? Porque constantemente vivimos en un mundo de energías vibrantes, como bien sabes, la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma. La energía llega a nosotros en forma de pensamientos esparcidos y diversos: ansiedad, depresión, envidia, rencor, odio; así también en forma de felicidad, amor, paz, tranquilidad.  Y si hacer yoga nos ayuda aunque sea en poco a convertir lo que vivimos y pensamos en algo positivo, ¡bienvenido sea!


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