La inspiración llega en...

           Dicen que la inspiración llega en una noche de verano, en un atardecer cuando vas tomado de la mano, o un suspiro ensordecedor.

Dicen que la inspiración llega en la soledad, en la exhalación, en la inhalación, en la calma antes de la tempestad.  

Dicen que la inspiración llega en la sangre envuelta de alcohol, en el desenvolvimiento del ser, en días cortos y noches largas, de cansancios inesperados y desde una esquina de una habitación.

Dicen que la inspiración llega con el agua, en el viento, en el perfume y en la locura.

Dicen que la inspiración llega en la pérdida de un amor, en el insomnio de uno nuevo, cuando dejas ir,  cuando huyes, en la lucha, en la enfermedad y en el nunca jamás.

Dicen que la inspiración llega cuando ardes en llamas, cuando los demonios arriban, cuando la luz entra, cuando la oscuridad se aleja.

Sin duda la inspiración llega en la seguridad, en la voz, en la lágrima, en la visión, en el reproche, en la indecisión, en la ironía, en los libros, en las coplas,  en los extraños, en los sueños, en la noche fría, en los ángeles, al final del arcoíris, al inicio del caos, en el lugar donde nos encontramos, en los 100 años de soledad, en la metamorfosis, en algún lugar del arcoíris, en las burbujas, en las notas altas, en los susurros, en el vacío y en la ambigüedad.

Dicen que la inspiración llega de pronto, de golpazo, te tira de un golpe, te sacude la mente, te estremece la piel y mueve tus ideas.

Sea como sea, la inspiración te encuentra, no puedes huir de ella, alguna día inexplicablemente llega a ti, pero cuando lo haga, que te encuentre velando por ella.