Cuándo poner más de tu parte y cuándo dejar ir...



Saw you there and I thought, Oh my God, look at that face, you look like my next mistake, Love's a game, want to play? New money, suit and tie, I can read you like a magazine... #Swift
 

Nunca se me ha complicado saber “cuándo dar más de mí”; la parte difícil es saber “cuándo debo dejar ir”. 

Y es que para una mujer como yo, que está acostumbrada a trabajar por lo que desea, a luchar por algo y alcanzarlo, lo complicado llega al decir adiós (aplica situaciones, negocios y personas)

He sabido separar dos cosas: trabajo y relaciones. Sé que cuando se trata de trabajo debo insistir, caer pero levantarle, ser testaruda y enfocar mis energías en lo que deseo lograr. Situación distinta sucede con mis relaciones románticas, no lo hago de la misma manera.

Poco a poco he establecido una serie de parámetros de “cuándo poner más de mi y cuándo dejar ir”.

Sí, debes de dejar ir una relación cuando ya no es buena; no siempre lo supe.

A veces pensaba que estaba justificando hacer lo que fuera para encontrar y conservar a un chico, es decir, lanzarme, tratar de convencerlo que me quiera, estar ahí siempre cuando lo necesitará para que un día me eligiera a mi, aunque de antemano sabía que nunca iba a suceder.
Para ser sincera, las relaciones me causan un poco de conflicto mental, soy una mujer práctica, no suelo leer señales escondidas, ni estoy dispuesta a entrar a los juegos mentales, aunado a mi comprensión amplia del lenguaje verbal y corporal, esto me ha traído más de un problema. Suelo alejarme antes de que esa persona lo haga primero, analítica me dicen; lo llamo anticipación de sucesos o como lo describiría Mark en “Love Actually” "it's a self preservation thing..."  Las mujeres somos duales; analizamos pero complacemos.

Tendemos a quedarnos más tiempo y a esforzarnos más. Pero por ejemplo, si estás con un hombre que no sabe quedarse quieto en la relaciones y le encanta enviar mensajes a otras chicas estando contigo, o te lastima y de antemano sabes que estás dentro de un juego (al que no aceptaste jugar), debes, realmente DEBES dejar ir, es importante aprender esta lección.

Al final somos humanos, aprendemos constantemente, vivimos en un ensayo general en donde no existe el estreno de una obra principal. 
Cometemos errores, tropezamos de nuevo,  por que los humanos necesitamos muchas cosas para sentirnos vivos: la familia, el amor, el sexo; pero sólo necesitamos una para vivir: los latidos del corazón. Cuando nuestro corazón está en peligro, reaccionamos de dos maneras: o salimos corriendo o atacamos. Hay un término científico para esto: luchar o volar; es el instinto, no podemos controlarlo, ¿o sí? Mi instinto a veces se queda a luchar pero vuela cuando es necesario hacerlo.

Recuerda que a veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte

He aprendido que cuando algo se está forzando es cuándo debes dejar ir, en los negocios, en el amor y  en la vida en general.

Aún contra nuestro instinto y por salud mental, es mejor dejar ir… Y otras veces debes perseverar cuando realmente valga la pena algo o alguien; saber cuándo sólo con los años sabrás, aún carezco de la sabiduría necesaria en este ámbito, pero seguiré aprendiendo, sólo sé que no hay manera correcta de hacer las cosas, todo es relativo.






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