¿Qué necesito para superarme?


El poeta Robert Browning escribió: “¿Para qué estar en la tierra si no es para crecer?”. Todos sabemos que el crecimiento es algo positivo, pero muy pocos se empeñan a perseguirlo. ¿Por qué?, porque significa cambiar. Octavio Paz no pudo explicarlo mejor al decir que las masas humanas más peligrosas son aquéllas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo... del miedo al cambio.

Dar un paso nuevo, aprender algo, decir una nueva palabra, es lo que la mayoría de las personas temen hacer. Me atrevo a preguntarte ¿En qué has cambiado últimamente?, hoy, ayer, la semana pasada, el año pasado, hace cinco años, ¿en qué has cambiado?

La diferencia entre una persona exitosa y una persona que no se ha dado cuenta del potencial que tiene dentro de ella, es aceptar y buscar el crecimiento, buscar la superación en el cambio.

El autor John C. Maxwell comenta que el éxito y la felicidad se encuentran en el crecimiento constante. Para él, existen principios fundamentales para poder lograr la superación y motivarla cada día. Los siguientes principios te ayudarán a desarrollarte:

Elige una vida de crecimiento: la única forma de crecer es si decides crecer.

Comienza a desarrollarte desde hoy: como dijo Napoleón Hill, “lo que cuenta no es lo que vas hacer, sino lo que estás haciendo”. La mejor forma de asegurar el éxito es comenzar a desarrollarte desde hoy. El crecimiento te dará un mejor futuro. El crecimiento es tu responsabilidad.

Enfócate en el desarrollo personal: desarrolla tu potencial, de tal forma que puedas identificar y cumplir el propósito para el cual fuiste creado.

Nunca te quedes satisfecho con los logros actuales: el síndrome del rockstar, es quedarse con la única canción que lo hizo famoso, sin pensar en buscar crear una mejor. El peor enemigo del éxito de mañana, es el éxito de hoy. Agradece tu éxito, y sigue buscando tu propio crecimiento, sigue con esa sed y hambre de algo más grande.

Sé un aprendiz constante: lee libros, revistas, programas informativos, pregunta constantemente por lo que sea, pero aprende cada día algo nuevo por pequeño que sea y utiliza al máximo tu tiempo.

Desarrolla un plan de crecimiento: existe algo muy cierto en una declaración de Earl Nightingale: “Si una persona ocupa una hora al día aprendiendo sobre el mismo tema por cinco años, esa persona se convertirá en un experto de ese tema”. ¿No es increíble? desarrollar la disciplina para aprender algo nuevo es un cambio muy grande, pero obtendrás grandes recompensas. Puedes utilizar tu agenda para planear tu semana en torno al crecimiento, por ejemplo: Lunes: dedicar una hora a la meditación; Martes: dedicar una hora a leer un nuevo libro que te enseñe un nuevo idioma; Miércoles: dedicar una hora a planear citas o reuniones con personas que alimenten tu alma (como amigos) o tu intelecto (compañeros o colegas); Jueves: dedicar una hora a leer un libro nuevo; Viernes: dedicar una media hora a leer sobre liderazgo o sobre el crecimiento profesional y espiritual. Planea tus propias metas, leer 10 libros al año o dejar de fumar, simplemente planea metas positivas en tu vida.

Paga el precio: Nadie dijo que el éxito, la disciplina y el cambio fuera fácil. Costará tal vez dinero, horas perdidas de sueño, sudor de tu frente, voluntad, pero como dijo Roosevelt, “todavía no ha existido una persona en la historia que haya vivido una vida fácil y cuyo nombre valga la pena recordarse”.

Encuentra la forma de aplicar lo que aprendes: siempre piensa ¿dónde puedo usarlo? ¿Cuándo puedo usarlo? ¿quién más necesita saberlo? En las respuestas deberás aplicar todo el conocimiento que adquieres día con día.

Más de una vez me han preguntado: ¿De dónde obtienes el tiempo para hacer todo lo que haces? y ¿cómo logras tener tanta información para escribir todo lo que escribes? Las respuestas son muy fáciles: renuncié a la televisión y la desidia (el pago del precio) y paso horas (después de mi trabajo normal) leyendo, estudiando y guardando en archivos toda la información que me llega. Después de ello, paso horas escribiendo y uno que otro desvelo (el sudor y el sacrificio) y lo más importante es que elimine las excusas de mi vida (las peores para matar el tiempo). Agregaría el simple hecho que disfruto hacerlo, amo hacer lo que hago, y eso lo hace mucho más fácil.

Debemos escalar cada montaña, y una vez escalada, debemos escalar de nuevo. Si logras hacerlo hoy, nunca te arrepentirás en el futuro, como diría el novelista George Eliot: “Nunca es tarde para ser lo que pudiste haber sido”.

Marcela Cinta

Twitter: @marcelacinta


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Comentarios

  1. La humanidad ha evolucionado forzado a cumplir primero, con sus necesidades básicas, con largas pausas para continuar creciendo y haciendo más accesible su existencia; su actuación espontánea ante los hechos, le ha permitido realizar cambios jamás planeados, muy lejos del slogan que reza el de, "adelantarse a los cambios". Creo que los humanos estamos obligados a crecer, aún en contra de nuestra voluntad.

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