Personas maravillosas

Todos tenemos personas maravillosas en nuestra vida. Cada una de ellas se encuentran por una razón. Algunas llegan por una temporada y otras se quedan toda la vida, pero siempre llegan con un propósito.  Siempre llegan enseñarnos algo, sea bueno, sea malo.

La naturaleza y el propósito de la relación determinarán la energía y el tiempo necesarios para cultivarla. Es triste, pero la mayoría de las veces y se hace más común cuando vas creciendo, y adquieres otras responsabilidades, con ello la familia, el trabajo u oportunidades que llegan, olvidas los amigos, olvidas las buenas relaciones que se encuentran o se encontraban en tu vida.

Existen tantas personas maravillosas en nuestra vida, tantas pláticas pendientes, tantos cafés esperando, tantas risas y llantos desahogados, que a veces no nos damos la tarea de frecuentarlos.

Leí recientemente un estudio de los beneficios que una amistad trae consigo. Son beneficios maravillosos, si todos supieran de ellos, saldrían al menos una vez a la semana con una amiga o amigo a pasarla bien.

Para empezar, ser más sociable reduce el colesterol, previenen los kilos de más (¡vámonos chicas ahora mismo al café!), alargan nuestra vida, nos ayudan a recuperarnos, actúan como analgésicos, evitan la depresión.

Cultivar una relación, es un acto que se debe de llevar todo los días, o la mayoría de ellos. Toda relación es un compromiso. Un amigo, es tan indispensable en la vida como hacer ejercicio, leer un buen libro, comer saludable. Puedo afirmar que tener un amigo, es un milagro de vida, tener un amigo nos salva la vida.

Conozco muchas personas que por iniciar una relación sentimental, dejan a un lado a los amigos, no los procura o ciertas veces ni les importa. Cuando llega el momento de necesitar alguno, sólo estarán aquellos que puedan olvidar el abandono.

Recuerda, la amistad consiste en un oído dispuesto, un corazón comprensivo y una mano que ayuda.

Por el momento le doy gracias a mis amigas por ser mi analgésico de vida.