No creo en coincidencias

No creo en las casualidades, si no en las causalidades: Una serie de acontecimientos que parecen coincidir extraordinariamente sin que uno lo comprenda.Rafael H.P

En algún lugar, en algún momento, por alguna situación tu camino cruzó con el mío,  y para eso tuvieron que pasar años y años de decisiones continuas, pensamientos, pasos erróneos e iniciativas propias.

Diversos universos se movieron para que llegaras hasta aquí. Un momento exacto, que por alguna extraña razón sucedió y explotó. Que una desconocida realidad se convirtió durante tantos años hasta este momento, este día, este medio, este lugar y este segundo, estamos cruzando destinos que alteraran otros años de caminos cruzados.

Sabes que por extraño e irracional que sea, sucedió por cierta razón; tan cierta e increíble. Pasas toda la vida cruzando camino con extraños, algunos regalan una sonrisa, otros más una mirada y uno que otro un deseo, para bien para mal.

Puedo confirmar que nadie llega o se va en vano. De pronto te ves imaginando el momento, el suceso y acontecimiento sin aquellas personas y nunca sería lo mismo.

Puedo afirmar, que aunque sea un minuto, diez horas o treinta años, el camino que se cruzo fue por una razón.

La vida pasa y las personas llegan; pueden convertir tus días en dulces sueños o las noches feas pesadillas.

Afirmo que llegan en el momento preciso, a cumplir su gran tarea y se van en el momento justo que tienen que hacerlo.

Sólo imagina, lo que pasó, las decisiones que tomaste, las invitaciones rechazaste, los años que sucedieron, sólo para conocer aquella amiga que tanto quieres, al hombre de tu vida, a la mujer de tu sueños, aquella vida que salvaste, la meta que te ayudaron a crear, el muro que una acción pudo derribar.

Una vez leí algo que marcó totalmente mi vida, deseo compartirlo en este momento, ya que por cierta razón te encuentras leyendo ahora esto:

“Hay personas que llegan a nuestra vida y pronto se van. Hay otras que se quedan durante algún tiempo y dejan huella en nuestro corazón. Y ya nunca, jamás, volvemos a ser los mismos.”

Marce Cinta