Aprendiendo...




Pocos saben, pero antes de entrar a la escuela de Derecho aplique para la escuela de Psicología. ¿por qué? No sé, siempre me había gustado el derecho, pero fue una etapa de que una parte rebelde quiso nacer en mi.
 Tengo presente algunos de esos días; al salir del examen lo primero que me pregunté fue ¿realmente quiero estudiar esto?, segundos después dije: Dios, te lo dejo en tus manos, si no apruebo el examen, es que mi destino es ser abogada. Bueno ya saben que paso, aquí estoy, en una de las mejores carreras, trabajando y amando lo que hago. 
Recuerdo el día decisivo: fui a la escuela de psicología y al no ver mi nombre en la lista de aprobados lloré, lloré mucho. Llegue a mi casa y me aventé a la cama y duré ahí todo el día, llorando, no porque era lo que deseaba, si no porque para mi era una derrota, que no estaba acostumbrada a probar.

Seis meses no estudie, los peores, siempre estuve acostumbrada estudiar. Cuando era niña e iba a entrar al "kínder garden", ya saben, cuando los niños lloran por dejar a su mamá y se agarran fuerte de la puerta para no entrar, bueno yo no era de esos niños, yo era aquella niña que llegaba corriendo con una sonrisa porque amaba ir. Una vez mi papá me obligó a quedarme en casa, cuando tenía temperatura e infección en la garganta, porque yo ya estaba lista con el uniforme para ir. Cosa distinta sucedió en la preparatoria, no era las clases, trabajaba hasta entrada la madrugada y entraba a clases a las 07 am, pero eso es otra historia. 

Pero aún así, devoraba libros, como si fueran galletas. Desde que salí de la carrera, traté de seguir estudiando, pasaba los sábados enteros entre el inglés y el francés. En cursos de derecho, acabando con los libros.

Ahora estoy aprendiendo algo que siempre he amado: escribir. Estoy en un curso de escritura creativa de una escuela de España, mediante "online".
Impresionante. Cuando más aprendes de escribir, más te enteras que menos sabes.
Esa ganas de saber, de aprender es ilimitada. Compré dos libros “buenísimos” de escritura creativa, uno de ellos se dedica a compartir ejercicios para liberar tu creatividad, (poco a poco se los voy a ir compartiendo).

Tal vez por eso de mi ausencia, quiero escribir bien, que las personas disfruten lo que leen. Créanme, si les gusta el arte de escribir, tomen un curso. Si les agrada el arte de pintar, vayan a clases. Si desean hablar, tomen capacitación en el arte de hablar. Si siempre sueñas con tocar la guitarra o el piano, hazlo, aprende, busca libros, (Hace un tiempo mamá me compró una guitarra y un libro para aprender y me dijo: léelo y practica aprenderás sola, y así paso, después entre al coro de una iglesia y a la estudiantina de la secundaria) Si aman hacer algo, hagan lo posible para aprender de ello.

El aprendizaje es esencial en esta vida. Cada día aprendo más y aunque se escuche canción de Barney, es la verdad.

Cada día es como vivir una vida nueva. Eso es lo que trato. No por el hecho de decir que sé más que otra persona, si no por el hecho de conocer el porque de las cosas, para saber un poco de lo que la maravillosa vida esconde detrás de sus múltiples escenarios, de lo que aguarda, de saber cuantas de vidas puedo vivir, que puedo disfrutar, para ir más allá de una simple habitación, de una simple carrera, de un simple despertar rutinario mañanero y un descansar haciendo lo mismo todos los días frente a la TV.

El aprendizaje es conocimiento y el conocimiento es el arte de vivir, sabiendo realmente lo que se esta viviendo.


Menos “face” y más “book”.  

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