El agujero del conejo blanco.

¿Tarde para qué? Solamente beben y
gritan, deberían de conseguir trabajo, entrar a la universidad y emplearlo
mejor para un buen futuro, creo que solo lo están perdiendo.
El sombrero me grito algo loco,
porque estoy segura que de esto tenía un poco. –Si conocieras el tiempo como lo
conozco yo –dijo él – no te referirías a él como emplearlo o perderlo. ¡El
tiempo es todo un personaje!
¡Qué locura! – Pensé – perder el
tiempo en hacer algo que te gusta.
Después de correr para evitar que cortaran mi
cabeza, desperté de mi sueño.
¿Qué locura?. Poco tiempo después me
libre de los tontos que creían que la apariencia lo era todo, de las palabras
dulces pero hipócritas, aleje al status quo y empecé a vivir.
Las personas han olvidado lo
extraordinario que pueden ser, en vez de eso solo se conforman con ser
ordinarios. El pensamiento creativo e individual ha quedado lejos de una vida
común. Ahora creo que todos se dirigen hacia un mismo rumbo, en cuanto te sales
del camino te gritan y te dan la espalda.
¡Volvámonos locos! vi en un comercial
en el cine, y ¿Quién si lo hizo?.
He recibido más críticas por las cosas buenas
que hago en mi vida que por las malas, tal vez las personas ya no están
acostumbradas a ver locos en la calle haciendo lo que ellos nunca se atreverían
hacer.
Cuantos locos han nacido, y fueron
llamados así hasta que probaron que por lo que luchaban funcionaba.
Einstein, Dalí, Newton, Da Vinci, Tim
Burton, Jobs, por mencionar algunos de la lista de muchos que fueron locos en
su generación y ahora son unos genios de la historia.

Te recuerdo que la locura es como la
gravedad, solo necesita un empujón, y con ese empujoncito tal vez caigas en el
agujero del conejo y despiertes siendo un poco loco, pero importa, las mejores
personas lo son.
Marcela Cinta
Twitter: @marcelacinta
Marcela-cinta.com
Marcela.cintadelag@gmail.com
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