Caer está permitido; pero levantarse es OBLIGATORIO


Creo que hemos perdido la cuenta de las veces que nos sentimos mal con nosotros mismos, nos deprimimos o nos entristecemos, razones son miles; una ruptura amoroso, una pelea con algún familiar, un mal entendido con un amigo o amiga, el trabajo no está saliendo como creíamos que se llevaría a cabo, tu hijo te grito, o tu esposo no te pone la atención que debería, en fin.
Sin duda estamos expuestos a miles de razones por la cual nuestro ánimo y ganas de seguir adelante se ven atropelladas, es muy natural, algunas veces nos sentimos culpables por ello, por sentir eso, que nuestras ganas se desvanecen. Te diré un secreto no será la última vez que sientas eso, ganas de llorar, quedarte en cama solo pensando en lo que pudo ser y no será ya, o cual fue la situación real, pero es normal lo repito que sientas eso, yo tengo un truco lloro todo lo que puedo, lloro hasta cansarme, grito, me enojo pataleo (¡ojo! Siempre sola las personas de mi alrededor no tienen la culpa de lo que siento), y después de todo sigo adelante, ¡caigo, sí! , pero me LEVANTO.
         Recordemos que todo es un ciclo, un circulo, con cada persona, cada trabajo, nosotras mismas tenemos ciclos, en los cuales a veces somos más perspectivas en las situaciones más sentimentales o más irritables, pero te RECUERDO QUE TODO PASA, en esta vida nada es permanente, así que caíste en algo lo mejor está POR VENIR,  las almas más ingeniosas, sabias y amorosas,  se crearon en el momento de las desgracias, aprende de ello y sigue ADELANTE, pero JAMAS te estanques en algo vano, la vida es solo una, y tenemos que aprovecharla al MAXIMO, y lo sabes porque esto lo has escuchado infinidad de veces, pero ponlo aprueba. Caer está permitido, pero Levantarse es OBLIGATORIO, y si no ves salida solo repite para ti LO MEJOR ESTA POR VENIR, y veras como el tiempo pasa y el presenta se queda en el pasado está en nosotros como tomamos el futuro, ya que sin invierno no disfrutamos  primavera y sin adversidad no aceptamos la prosperidad.

Marcela Cinta

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