Te vas... (Historia Corta)
Mis ojos miran hacía un vacío finito,
una lagrima tras otra rodean mi rostro, mi orgullo entorpece que miré tu
semblante y así puedas descubrir mi debilidad, el dejar las historias sin
terminar, sin poder poner un punto final.
Antes, lloraba por guerras locas entre
los dos, por la inocencia que se marchitaba, por la vida clandestina, los
sobornos a la conciencia, las derrotas esperadas, la luna lejana, los viajes
que te transformaban, los pasos del pasado y la mudez de tu corazón, y hoy lo
hago por el robo que me despedaza en la mitad de una noche estrellada.
Un verso se ha quedado sin concluir, mi
resistencia carece de aliados, los segundos marcan los latidos y sigues
empacando sin ser yo la compañera de tu nueva travesía.
Hoy te vas, sin posibilidad de
permanecer a mi lado, te vas dejando un alma estropeada, derribada por el peso
de las dudas, como una atracción a la tierra que impide ponerse de pie, te vas
sin saber en qué me equivoque, sabiendo que aún lo puedo arreglar.
En este momento el deseo de ser una
metáfora fugaz de amor llega. Mi cuerpo se encuentra inmóvil, y sé que el
llanto no será capaz de detenerte, la calle te espera para verte marchar como
una poesía barata, como un infinito para desaparecer en un instante.
Tu huida bañará de nostalgia los días vívimos y los minutos compartidos, las risas y los sentimientos nacidos, llenará de vitrales de tristeza este lugar, y se tornará de colores grises esperando la salvación del abandono.
Sigues empacando pero mi maleta no te
acompañará, será la de ella, y no hay nada que hacer; está de más querer ser
más como ella.
Tal vez no supe entregar la otra fracción de mi corazón, o tal vez no sabías la luz que en mi había.
Tal vez no supe entregar la otra fracción de mi corazón, o tal vez no sabías la luz que en mi había.
Pude ser un milagro que no merecías o
una estrella que iluminaba la mitad de tus mentiras.
El reloj está sentenciando mi soledad; mi mano tiembla por tomar la tuya en medio de una conmoción, mi amor no te pudo guardar, alguien te espera, y no hay nada que hacer.
Te vas lentamente, sin un beso antes en mi frente no puedes cerrar la puerta, tu lastima queda marcada en tus huellas.
Mi mundo se deshace, explota, mis miedos me atragantan, aunque quisiera ser un poco como ella o saber cuándo dejaste de amar, tengo que decir adiós; y yo, yo me quedo atrás totalmente rota. Mi obsesión por perseguir una ilusión se atormenta por el cansancio de buscar un hubiera que nunca sucedió, un: “pude ser yo y pudiste ser tú” ;pero los decibeles de mi dolor ensordece mis pensamientos, ahora mismo estoy añorando el pasado. El futuro se convierte en un campo de batalla y yo cierro los ojos esperando mi guerra contra mí misma para seguir viviendo con honor.
Mi mundo se deshace, explota, mis miedos me atragantan, aunque quisiera ser un poco como ella o saber cuándo dejaste de amar, tengo que decir adiós; y yo, yo me quedo atrás totalmente rota. Mi obsesión por perseguir una ilusión se atormenta por el cansancio de buscar un hubiera que nunca sucedió, un: “pude ser yo y pudiste ser tú” ;pero los decibeles de mi dolor ensordece mis pensamientos, ahora mismo estoy añorando el pasado. El futuro se convierte en un campo de batalla y yo cierro los ojos esperando mi guerra contra mí misma para seguir viviendo con honor.

Comentarios
Publicar un comentario